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“El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores”.

WOODY ALLEN

LIMA

SENTADO AQUÍ, EN ESTE PEQUEÑO ESPACIO OSCURO, en estas 4 paredes no me siento nervioso, pues este sillón que tiene la apariencia de un trono me da confort, me hace sentir bien. Seré entonces el mejor de los espectadores.



Una pequeña luz se abre a mis espaldas, puedo ver mi sombra dibujada en la pared del frente, seguida de la silueta de ella que acerca sus pasos a mí, cuando se cierra la puerta. Si, se cierra la puerta y ella avanza en la oscuridad. Esta parada frente a mi, vistiendo diminutas prendas, me mira desafiante y un pequeño halo de luz casi imperceptible se prende detrás suyo, dejándome saber que esta casi desnuda.
Yo, emocionado y sobreexcitado comienzo a repetir en mi mente las 3 reglas del juego que tuve que aprenderme “a fuerza” antes de quedarme solo en el cuarto: 1. Sólo sirve (vale) mirar, no tocar 2. Callar y obedecerla con complicidad, y 3. No olvidar las reglas anteriores. Cualquier quiebre de las reglas dará por finalizada su representación. Sonrío para mis adentros y me digo: Esta flaca la tiene bien clara.
Mirándola, sentado desde aquí, noto que voy a sudar; alzo mi brazo derecho hacia mi pecho para desatar los botones de mi cuello, pero ella con una reacción impulsiva, saca con sus brazos violentamente mis manos de los botones, y apoya una de sus piernas sobre mi trono, dejándome saber “quien manda a quien”; y en una sola señal, con uno de sus dedos en sus labios dejando escapar un leve respiro de su boca, me hace saber que no diga, que no haga nada. Y así lo hago.
Instantes seguidos una hipnotizante melodía nos envuelve, y ella que empieza lentamente a mover su cuerpo -ondulándolo frente a mi- lleva sus manos detrás de su espalda y saca lentamente su brasier, dejándome ver sus hermosos senos, deja caer su pequeño corpiño detrás de ella, haciendo el pequeño y único halo de luz se cubra del rojo sangre que llevan sus diminutas prendas. Y se acerca a mí.
Veo como se desvanece su cuerpo en el suelo, y va subiendo lentamente su rostro, desde la superficie del piso por mis piernas hasta la mitad de mi cuerpo. Como un animal carroñero que reconoce a su presa “inerte”, muerde deliciosamente de mis pantalones y desabrocha con precisión “única” el cierre. No tengo salida -me digo- mete sus manos por mis bóxers y toma con sus dedos mi ser, meneándolo al ritmo de la canción de un lado a otro. Yo, por supuesto pasmado araño con mis uñas la superficie de mi trono. Es oficial, estoy en shock.
Sube su rostro desde la mitad de mi cintura hasta los bordes de mi camisa y mi cuello, desabrocha con sus dedos mis botones y deja que sus manos recorran el calor de mi pecho, que por Dios “arde”. Acerca su lindo rostro al mió y deja escapar una endemoniado gemir casi imperceptible para cualquier mortal, mientras acomoda su cuerpo al mió abrazándome con sus hermosas y perfectas piernas, y las letras de la canción que dice Breathe on me, yeah, oh Baby just, breathe on me We don't need to touch, just Breathe, oh, yeah son seguidas del + perturbador ¡hola! (de su voz) que he escuchado en toda mi vida. Yo, seguro no me doy cuenta, pero estoy boquiabierto, agitando mi respiración, tratando de mantener la saliva dentro de mi estupìda boca. Eso es seguro.
Ella sonríe y separa su bello rostro del mió, llevándolo un cabeza + arriba de mí, sin dejar de moverse al ritmo de esa canción de britneyspears que seguro copio (de alguna forma) de su maestra madonna, pues lleva el onírico y sexual estilo de la reina del pop.
Sus pechos apretándose contra los míos salvajemente y su sexo estremeciéndose sobre el mió no hace + que llevarme al límite. Voy a hacer mierda tus reglas -repito en mi mente- y hacer mió de cualquier modo tu divino cuerpo. Mi nueva femme fatale.
No se como, pero me siento tocado por los dioses, y observo que ella dibuja con sus manos enormes alas detrás de mi espalda, simula acariciarlas y moverlas, mientras su sexo que se mece sobre el mió es separado maldita y maquiavélicamente solo por mis boxers. Allí en ese instante he deseado y decidido no cargar nunca + con mis boxers. Seré uno de esos tíos que no usan ropa interior a lo frenchstyle. Eso lo juro.
Ella se para, me da la espalda y se sienta otra vez sobre mi, fingiendo hacer el sexo anal + encantador que he tenido, desmaya su cuerpo sobre el mió y con sus manos en las mías me lleva a recorrer, a dar un paseo desde sus muslos, su cintura, su vientre, hasta sus pechos que son en realidad todo lo que un hombre quiere tener en las manos “toda la vida”, y me siento feliz porque ahora son míos -los tengo en mis manos- ese divino cuerpo se pasea sobre el mió, esos cabellos se confunden con los míos, y eso no te lo paga nadie man.
Siento que una picara sonrisa se escapa de ella, cuando me lleva con sus manos a pasear los míos sobre su sexo, e introduce mis dedos en su vulva, se agita y se desvanece lentamente igual que la melodía que ya casi esta acabando. Lo sé. Sin levantarse desliza una de sus manos por detrás de mi cabeza invitándome a saborear de su piel, confundiendo (yo) mi rostro con su cuello y sus cabellos, mientras pasea su otro brazo por entre sus piernas y arranca de si ese hilo dental que separa su piel de mi carne. Se para, mirándome fijamente a los ojos y con una mano detrás y la otra adelante de si, pasea esa pequeña prenda por su sexo como imitando el recorrido de una mecedora de arriba abajo y de abajo a arriba.
Otra vez sobre mí acerca sus labios a mi rostro y pasea su lengua salvajemente por un lado de mi cara, se separa por instantes y la veo como una gata paseando con su lengua ambos lados de sus labios mojándolos, se acerca esta vez a mis oídos y me dice con su delicioso timbre de voz: abre la boca. Y yo lo hago.

Pasea sus manos por mi cuello, subiéndolas poco a poco, e introduce entre mis labios algo que estoy obligado a mantener en mi boca, cuando ella me dice como susurrando y en tono imperativo: muérdelo.
Se acaba la música, ella se levanta, acaricia mis cabellos desde detrás del sillón, escucho algunos pasos que se alejan de mis sentidos y no se + de ella.
Un momento después y cuando ya todo lo veo un poco + claro, saco de mis labios aquel material que he mordido por espaciados segundos. Es una tarjeta que del lado trasero (que es el primero que veo), se leen claramente escrito a manos el siguiente texto: “Feliz cumpleaños Roy. Tus amigos y clientes… no olvides nunca nuestras malas costumbres”
Esa escritura evidentemente la conozco. Sé quien es. Y le doy la vuelta a la tarjeta, dice en elaboradas letras y con alegóricas imágenes de siluetas femeninas: LeMalenitghclub showgirls & espectáculos solo para adultos. Me paro, y me detengo a pensar por instantes en lo que ha pasado, guardo en el bolsillo de mi camisa aquella tarjeta, y me repito para mis adentros…amo este trabajo.
Le subo al cierre de mis pantalones y abrocho los botones de mi camisa, sacudo mi cuerpo como despertando de un dulce sueño, y salgo ya algo nostálgico de aquel cuarto a encontrarme con los demás. Un flash me hace virar hacia atrás, es una cámara digital, observo la toma y me doy cuenta que estoy aun despeinado, y escucho la voz de mis amigos “alrededor” que -con sus brazos sobre mis hombros- me dicen cosas que no logro entender, pues mi mente solo se remite a la idea de seguir en el juego, por qué (yo) así tan caliente… no me voy a quedar.A mi me va el sado


IMÁGENES PAGANAS: Única imagen rescatable (claro está, tomándome un break). Yo, mis cabellos cortos, camisas serias, pantalones apretados, zapatos locos y una agenda que llenar todos los días. No hay cosas que haya vivido que la memoria no me remita a recordarla ironizándolo todo.

Si, losamigosinvisibles en lima, justo para despedir el loco & viejo 2008, tocó en el sargentopimienta esta banda que, se ha convertido durante años en una joyita para mis oídos, parafraseando aquello de… lo que yo quiero es tenerte a ti, lo que yo quiero es tenerte a ti, lo que yo quiero es tenerte a ti… en 4.

ARTE, RETOQUE & DESENFOQUE: BABU