viernes, 2 de octubre de 2009

1112 love parade

“Yo no busco, encuentro.”

PABLO PICASSO

BUENOS AIRES

CORRIÓ SIN DESCANSO COMO QUERIENDO ESCAPAR de la verdad. Bajando de las escaleras de un edificio del que alguna ves sus paredes la vieron feliz subir de la mano del hombre del que ahora huye. Sus manos sobre el pecho, dejaron caer al suelo (sin darse cuenta), un pequeño paquete envuelto en papel decorativo. Y terminando de cruzar la pista, fue apurando aun mas el paso, sin tomar en cuenta las miradas de algunas de las pocas personas que la conocían, y que aun discurrían por ese lugar. Buscó desesperada entre las cosas que traía en la cartera, la llave del auto que la sacaría de ese infierno, y apretando con loca impaciencia el botón que desactiva la alarma de su vehiculo, metió las llaves en la primera de las puertas que encontró, que no era exactamente la del piloto.



-mierda, mierda, mierda- dijo. Ya sentada, encendió con rapidez el motor de su automóvil, y apretando los dientes muy fuerte fue venciendo las ganas de destrozar el timón con sus propias manos, golpeando insistentemente el mando una y otra vez, y no descansó de hacer este ejercicio hasta que se vio lejos (segundos después), muy lejos de él. Eran casi las 11pm en su reloj.

Atrás dejaba al hombre que corría avergonzado detrás de ella (por algo menos de 2 minutos) tratando de alcanzarla, intentando adivinar quizá, que es lo que se escondía en el pequeño paquete que se le había escapado de las manos (a ella), y que ahora (él) tiene entre sus dedos, como único consuelo de lo que pudo ser una hermosa y sorpresiva velada.

Había encontrado al hombre que decía amarla con la cabeza y los labios en el cuello de una mujer que respiraba apasionada sobre una cama en donde muchas veces antes ella había dormido.
El hombre que alguna vez le confesó que, la única razón para volver 1,000 veces a esta ciudad es ella, cruzaba los brazos por la cintura de una mujer que evidentemente… no era ella. Dejó caer sobre el suelo las llaves que alguna vez él le entregó para que pueda ingresar cuando quiera a su cuarto, y sin decir una sola palabra, dio media vuelta y se echo a correr.

El, separó de sus manos los impetuosos brazos de esa amante ocasional que, no escatimo esfuerzos intentando inútilmente mantenerlo a su lado por espaciados y desesperantes segundos que, solo le sirvieron a él para perderle el rastro a su novia, para ver diluirse en el olvido, en una espiral de soledad y silencio, cada uno de los instantes que habían compartido juntos.

El amor se escapó de sus manos una vez más (a 100 kilómetros por hora).
Se quedó solo en la oscura calle agitando sus respiros (caminando sin rumbo). La amante insatisfecha que, observaba impávida y decepcionada de si misma desde la ventana (jugando con sus dedos sobre los vidrios) jamás imaginó, como este infausto común episodio de adultos, terminara haciendo mierda la autoestima de una chica enamorada que intentando sorprender a su amado, trajo en una caja envuelta en papel de regalo, el DVD de una película de woodyallen que su novio (un cinéfilo confeso) nunca había podido ver, para disfrutarlo juntos ese fin de semana.

-mierda, mierda, mierda- dijo otra ves la chica que manejaba sin rumbo por las sombrías vías de la ciudad, apretando con los pies el acelerador.
Su móvil sonaba insistentemente pero ella, ella no respondía. Sus ojos que, bañaban su rostro en un mar de lágrimas, no dejaban de ver el horizonte. Sus labios que, victimas de un ataque de nervios temblaban sin parar, no dejaban de maldecir a él, a ella misma, a la otra mujer y todos los dioses; y sus manos que, aun trémulos se resistían abandonar el timón, se sentían desfallecer al traer a la mente aquellos trágicos instantes.

Voltio el timón hacia la derecha por la avenidagaona, e intentando prender al mismo tiempo (con una mano) la radio, para escuchar algo que la haga olvidarse de si misma, cayó en que casi atropella a un tipo de chaqueta de cuero (y una cajetilla de cigarros entre las manos) que, seguro buscaba algún boliche donde esconderse de sus demonios, mas eso, eso no la detuvo.
Dejó de seguir buscando algo diferente en la radio local, pues todo le parecía patético en la rockandpop, y colocó un CD (que guardaba en la guantera) en el reproductor, al tiempo que aceleraba a cada segundo la velocidad del auto.


El celular que no dejaba de sonar, fue desconectado por sus manos que, en la desesperación de verse inútiles al intentar apagar el aparato telefónico (presionando una indescifrable cantidad de botones), optaron por desfragmentar las baterías del móvil, abandonando luego sus piezas en alguna parte de su cartera que yacía inerte en el asiento del copiloto. En algún momento se cruzó por su cabeza la funesta idea de no bajarse nunca del auto, de seguir sin rumbo dando vueltas (como hasta ahora), y no parar hasta encontrarse con la misma muerte.

En algún momento pensó en mandar todo a la mierda, en dejar de existir. Algo también le hacia pensar que encontraría su nombre en los titulares de un diario matutino, en donde se exhiba como en un circo parte de sus intimidades que, seguro serán descubiertas por las astucias de los periodistas de algún medio sensacionalista que escribirán su historia exagerándolo todo, como siempre. Y ella, como toda una señorita, y para proteger el buen nombre de su familia, desechó esta emética idea. Limpiando luego con sus propias manos parte de su desmaquillado rostro, ya que había acabado con toda la suerte de elementos femeninos que siempre usa y que le sirven de aseo personal.
Hizo caso omiso a las señales de alguno de los semáforos de la avenidadellibertador, seguro con la firme idea de ser capturada por alguna patrulla, pero esto, esto no sucedió. Al menos no ahora.


Sus pulmones que, parecían abandonar sus ganas de vivir, se detenían de improviso, como presa de algún ataque de asma; y sus oídos que, se negaban escuchar todas las llamadas que quedaron perdidas en alguna parte de este universo (cuando desconectó el móvil), escucharon abatidos decir a dido por los parlantes: I didn't hear you leave, I wonder how am I still here, And I don't want to move a thing It might change my memory, Oh I am what I am I'll do what I want But I can't hide, I won't go, I won't sleep, I can't breathe, Until you're resting here with me. I won't leave, I can't hide, I cannot be, Until you're resting here with me.
Hasta que detuvo el auto en la puerta de su casa. No entró porque no quería entrar. No llamó a nadie porque no quería hablar con nadie en casa. Solo se mantuvo serena en el coche, intentando descifrar de entre un laberinto de dudas:
¿Que es lo que hizo mal?

No iría a trabajar, porque su ánimo no estaría a la altura de las circunstancias cuando tenga que atender a alguno de los comensales en el citibank. Tampoco llamaría a la central o a cualquiera de sus compañeros para justificar su falta porque en ese momento todo, todo le importaba un carajo. Y así pasaron varios minutos hasta que se decidió a apagar el motor del auto, y a dejarse seducir por el silencio en que se envuelve la ciudad a esta hora de la madrugada.

Y así fueron más de 3 horas viendo la nada moverse a su alrededor, observando de pronto al sol imponerse sobre la noche (en el cielo de la ciudad), hasta que, sin el animo siquiera de mirar en que lugar estaba su cartera (abandonada en el asiento contiguo), introdujo sus manos sobre ese articulo en búsqueda de las desmanteladas partes del móvil, para activarlo otra vez; y, rozando con sus dedos las superficies de algunas de las teclas, activó el altavoz para escuchar sin consuelo, no una, sino 100tos de veces, algunos de los mensajes de voz del hombre que amaba buscando justificar (si es que algo hay que hacer al respecto) aquel funesto incidente.

Cerró los ojos, buscando la paz y el descanso que no había podido encontrar desde hace más de 6 horas sentada en el mismo auto. Se acordó de de él, de ella, y de la otra chica, del rostro tan sonriente del hombre que amaba cuando ella le dijo que si (una noche de otoño en el aeropuerto), del calor de su cuerpo en las noches, de sus inacabables charlas de cine, de sus ojos cerrados cuando hablaba del futuro, de sus manos cruzadas con las suyas al caminar, de algunos de los patanes con los que se había cruzado antes, de la soledad que la había atrapado antes de que él la conociera; y fue allí, allí que se dio cuenta que no estaba sola, la voz de él que, se reproducía por el altoparlante y se había grabado innumerables veces en el celular… aun la acompañaba.
Acercó hacia si el espejo retrovisor, y pudo ver su rostro aun pálido y casi extinto sobre su cabeza.

Se dijo a si misma que nada ni nadie volvería a herirla otra vez, que no se dejaría llevar por rencores, ni malos recuerdos, contrajo en sus pulmones un aire que se exhaló por su narices lentamente, giró las llaves para prender el motor del vehiculo, pisó otra vez el acelerador, y sin pensarlo 2 veces, apareció otra vez en la puerta del cuarto del hombre que le había pedido entre lagrimas, gritos y reclamos (por el móvil): 1,000 veces perdón.
Se abrazó a su pecho antes de que él terminara de abrirle la puerta (y los brazos), y acomodó su cabeza entre su cuello y su mentón, respirando profundamente aliviada. Talvez entendiendo que su alma volvía por fin a su cuerpo.

-No, no voy a poder hacerlo sin ti- le dijo ella.

El, que también se había pasado la noche en vela, desterrando su cuerpo en una de las esquinas de ese cuarto (como un loco), sin saber por donde comenzar a buscarla, tratando de organizar mejor sus ideas, no podía creer que ella había regresado, que de alguna forma valieron la pena todos esos mensajes al móvil suplicando clemencia. Paseó sus manos por cada una de las partes del rostro de ella, y fundiendo sus cuerpos en un abrazo se dijo a si mismo (y en voz alta) que, jamás volvería a arriesgar su felicidad bajo ninguna condición… y ella le creyó.

Sus ojos, que dibujaban lágrimas por debajo de sus mejillas, alcanzaron el rostro de él para sellar con sus labios, en el más voraz y apasionado de los besos, un pacto que ninguno de los 2 se permitiría romper.
Ellos pensaron que, este seria solo un nefasto episodio en sus vidas que no merecerá seguro nunca más ser recordado. Pero eso no fue así. Pasadas 2 semanas en donde poco a poco se fue tejiendo otra vez el delgado y frágil hilo de la confianza y la reconciliación; ella, presa de celos, no podía soportarla idea de verlo siquiera interactuar al lado de cualquier otra mujer que no conociera, y tampoco de cualquier falda o vestido que se llame amiga.

Se vio persiguiendo sus pasos a escondidas, contando los minutos hasta que sonara el timbre del móvil para escuchar su voz, revisando la dedicatoria de todos los discos de su novio buscando extraños (o desconocidos) nombres femeninos, escribiéndole fatídicas cartas de amor por e-mail que luego desechaba al olvido en una carpeta del hotmail llamada: borradores; destrozando con sus dientes sus propias uñas en las noches que dormía en casa de sus padres lejos de él. Y llevando sus manos a su cabeza que, se apoyaban en el escritorio del trabajo, conteniendo las ganas de arrancarse ella misma los cabellos, al verse descubierta (varias veces) por él, realizando estas labores, y así, sin el ánimo de ocultar la verdad, tomó el móvil, le llamo y le dijo:

-Es algo más fuerte que yo, perdóname-

El, que había dado ahora innumerables muestras de amarla, de no querer separarse de ella por el resto de sus días, no encontraba solución a sus lamentos. Habían sido días en que la paciencia y la comprensión eran el pan de todos los días, pero paralelamente a ello, se vieron envueltos en un infierno que se había cimentado con sus propias manos, a cada segundo después de aquel fatídico incidente.
Ella, terminó por aceptar su condición, y tratando de buscar una cura a sus repentinos males, fue vista en las oficinas de algunos especialistas que le escuchaban atentos e informaban que: su caso es un proceso normal que va a terminar por perderse en sus recuerdos, y que también puede variar dependiendo de cada persona.
Es verdad, echó por tierra todo lo que se había construido en su relación cuando haciendo el papel de niña inestable, y asustada, y antes de abandonarlo por 3 días, quizá porque se veía (a cada segundo) mas enamorada de un novio perfecto le dijo: que se olvide de ella, que busque en otra chica el verdadero amor.

Para cuando regresó ya era tarde. Él, obediente a sus deseos (y herido en su orgullo), se dejó seducir por cualquiera. Ella, solitaria en su oficina, comprendiendo el error de sus palabras, se acercó a un céntrico mall, compró una película en DVD, abrió la puerta del cuarto y lo descubrió in fraganti.

-No, no voy a poder hacerlo sin ti- es lo último que se escuchaba de él en esos fatídicos mensajes de voz grabados en su móvil tratando de encontrar un perdón.
Un día, cansada ventilar sus asuntos privados con personas que no nunca le daban paz a sus demonios, dejó de visitar sicólogos, entendiendo quizás que nadie le daría más solución a sus lamentos que ella misma. Tomó sus cosas y dirigió su coche y sus pasos al primer boliche que encuentre en el camino.


Rozó con sus dedos las superficies de las puertas de madera de un local nocturno antes ingresar, y miró con atención la dirección y el curioso nombre del local: 1112 LOVEPARADE.

En el interior se escuchaban algunas canciones en ingles que le gustaban, así que se animo a entrar. Sentada sobre la barra, con una botella de agua pura en las manos, de pronto se encontró conversando amenamente con otro hombre que no era el novio perfecto. Con un completo desconocido que, ya se había fumado más de la mitad de cigarrillos de la cajetilla que tenía a un lado de su copa de whisky, un tipo que alguna veces se refugiaba en el onírico descanso de los antidepresivos, que buscaba al igual que ella (lejos de los demás) una respuesta a sus vacíos.


-yo quiero tomar lo mismo- le dijo al barman, sin dejar de escuchar y mirar a los ojos de su nuevo compañero, cruzando las piernas en clara señal de coquetería. Le relató parte de la historia que había vivido al lado de su novio en esta ciudad, lo convirtió en el cómplice nocturno de aquellos secretos que antes ninguna de sus amigas del colegiogoethe entendía, le narró con lujo de detalles parte de los oscuros pensamientos que cruzaban su mente (algunas veces), y que jamás había revelado a nadie, ni a ella si misma, porque sabia que nunca mas volvería a encontrarse con aquel extranjero, y haciendo seductivas ondas con su lengua dentro de la boca de ese hombre, le robó un cigarrillo que luego apagó al instante porque ella no acostumbra fumar.
-mierda, mierda, mierda- dijo, casi susurrando, cuando su nuevo amigo hundía sus labios en su trémulo y desnudo monte de venus, en el cuarto de un hotel para turistas.
Ahora esta desnuda, tendida sobre la cama de ese forastero, reconciliándose con el sueño que la había abandonado muchas noches atrás. Estoy seguro que, por más que él intente buscarla (robándole su dirección), jamás encontrara el amor al lado de ese amante furtivo, porque no le interesa. Solo buscaba revancha como todas las demás. Experimentar aquello que su inflexible inconciente no podía ó se negaba interpretar en palabras, y lo utilizó, y él se dejó utilizar; y no le dio miedo acostase con un escribidor que jamás pregunta nombres, que no se acuesta mas de 2 veces con el mismo cuerpo, que no usa preservativos, que encuentra placer en todos los excesos, que aun no tiene claro a donde ir, que no ha pensado cambiar, ni volver a su ciudad… no otra vez.
IMÁGENES PAGANAS: pasajero en trance, definitivamente la vida que más me atrae de baires es la nocturna. En general debo ser sincero y decir que es la que más me gusta en cualquier ciudad.


Una tarde cualquiera en puertomadero, uno de los lugares más solícitos por los turistas, y el preferido de este escribidor, que ha visto muchas veces, en la soledad de su camino (y cada vez que llega al mismo lugar), un punto de encuentro consigo mismo.


Cuando las cosas salen gratis se disfrutan mejor dicen mis amigos. Y así lo hice junto a mi querida amiga elene; quien encontró en mí, la mejor compañía para disfrutar del único concierto de laurapausini en lima. Jamás pagaría por verla en vivo es verdad (a pesar que su imagen y música me seduce) pero me sometí gozoso (con boleto de cortesía y una gran sonrisa en el rostro) al estruendoso grito de muchas chicas lindas y delgadas que, a mi alrededor coreaban sus canciones. Rozándome de cuando en cuando.


Al principio pensé que era una locura poner a tantos actores interpretando al mismo personaje, pero después de terminar de verla caí en que imnotthere es realmente muy buena. La historia del gran bobdylan en el ecran. Con una excelente versión en DVD. Imperdible.

ARTE RETOQUE & DESENFOQUE: BABU

11 comentarios:

  1. que paja este blog man, y que buen tema espero leer mas de ti un abrazo alberto.

    PD como carajos se hace para dejar de ser anonimo.

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  2. rpta. hey alberto a los años, ¿como me encontraste?... me estan pasando cosas extrañas, ultimamente me logran ubicar personajes que no veia hace tiempo... un abrazo.

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  3. totalemente de acuerdo con el pata de arriba y que bueno que cambiaste el logo de tu blog... a pelo con halloween ja,ja,ja claro si esa fue la intencion.

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  4. que cosas verdad, revisando tu blog me preguntaba cuando volverias a escribir de buenos aires un dejavu... maestro de las malas cotumbres.

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  5. rpta. si un dejavu, justo instantes atras recibi el mensaje un viejo amigo argentino por el facebook, gracias por tu comentarios melissa, aunque ahora el destino me arrastre a ser monagillo.

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  6. que bueno amigo roy, tu nota me hace recordar una cancion que te caeria a pelo o al menos descartarias a dido para poner a fad gatget y el super track: love parasite lo recuerdas (va mas con tu estilo de vida)... nos vemos en nebula cuando te recuperes... aqui otro sadico reportandose.

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  7. rpta... ja,ja,ja maldito te iba a anular el comentario pero me gusta mucho la cancion, me recuerda las noches del nirvana y la no helden.

    ah por si acaso no estoy tan mal... vivo aun con mis botella de whisky econdidas debajo de mi cama (but i cant touch it). El 13 me las tomo todas. i promisse

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  8. esa fracesita de pablo picaso al principio dice todo lo que describen tus enredados personajes.

    porque hasta el momento no veo nada de tu idolatrado bowie, ni nada de soda stereo mi pequeño querubin... deberias agregar tambien que eres igual que todos los peruanos. Un par de rounds y knock out y listo la honestidad seria completa roysin.

    la cancion me encanta, me lleva a todos esos lugares de paz y deseperacion que buscan tambien las personas que describes (sean ciertas o ficticias) la verdad ya contigo no se lo que es verdad y lo que es mentira pero igual te leo, no se hace cuanto no te escribo y esta cancion me ha jalado para hacerlo otra vez, y para que te acuerdes de mi... quiero mi regalo de cumpleaños chico malo, quiero un helado, una caminata por tu playa favorita, un cafe, y una buena charla, me la debes ...me la debes.

    sophia.

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  9. io quiero mi helado tambien, que tienes man q las nenas se idiotisan cotigo

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  10. rpta. las nenas ja,ja,ja que buena. De donde has salido anonimo (a) ja,ja,ja pero que bueno que me hagas reir. Estare atento a tus comentarios.

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