viernes, 27 de febrero de 2009

contigo esta noche

“La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse”.

JOAQUÍN SABINA

CUZCO

ELLA TENÍA 16 Y YO CASI 18 AÑOS. EMPUJADO POR
el capitántrueno -a ser el hombre que siempre quiso él que yo sea- me embarque en un excéntrico viaje a cuzco con el firme objetivo de aclarar mis ideas acerca de mi futuro universitario. Teniendo claro, en cuenta -impresas en la mente- aquellas profundas palabras de mi padre… si al cumplir los 18 no trabajas, ni estas estudiando… te vas de la casa.

Antes de llegar a casa de los abuelos en quillabamba un pueblito cercano a machupichu en la ceja de selva de cuzco, me instale en un hotelito de 5ta en arequipa por 2 días que fueron realmente un asco, y 2 días después en el hospedaje + barato cerca de la callereal en el centro de esta ciudad (que fueron realmente geniales), pasando por una que otra aventura con alguno de los personajes que siempre pululan por estos lares.



Cruzaba las piernas sentada en mi cama, sin importarle para nada que mi mirada pueda centrase en aquel espacio abierto que dejaba su falda, sacaba de un viejo bolso de cuero con extraños corazones dibujados a mano -prendido a su espalda- una botellita de un trago hurtado en casa, cogía sus negros y lacios cabellos en un improvisado moño echo con la ayuda de algún lapicero, liga o cualquier otro artilugio; y yo, sentado frente a ella, con un cigarrillo prendido en la boca (intentando parecer un tipo interesante), cabellos largos y despeinados, llevaba mis manos al suelo -sin dejar de mirarla- y buscaba debajo de mi cama la copita que había servido de cómplice y testigo mudo de todas las noches en que ella se colaba en mi cuarto, se prendía de mi cuello, me llenaba de amores, se dormía sobre mi pecho, y amanecía conmigo.

Su pequeño hogar, pegado a la gran casa de mis abuelos, estaba unida a las escaleras de mi cuarto por un ceñido pasadizo que, le servia de puente en las noches que creía necesario salirse de la habitación, robarse el trago de su padre, sacarse las sandalias caminar de puntillas, subir sigilosamente las gradas, tocarme la puerta reproduciendo aquel código de 4 golpes pausados que nos habíamos inventado para frecuentarnos y meterse a la cama de este infante escribidor.

Desde aquella primera vez que nos aventuramos a dormir juntos, no había dejado de esperarla en todas las 37 siguientes noches que pase en la casa de mis abuelos. Que es de todas, la + grande de todo este pueblo, con un inmenso patio, + 15 habitaciones extras para hospedar algunos turistas, una pequeña granja interna, una panadería y una bodeguita que sirve de punto de encuentro para algunos zarpados y parejitas de ocasión.











La rutina era siempre la misma. Después de cerrar la tienda de los abuelos (de la que me había convertido en esclavo & vendedor estrella), cenaba con ellos y con mis tíos acompañado de un café, queso casero, panes en cantidades industriales, un cigarrillo en la boca y una buena charla. Nos despedíamos a las 8 de la noche donde estaba pactado -por años- que nadie debe estar despierto mas allá de esa hora en esta casa, me escondía en la oscuridad, sentado en la escalerita de mi cuarto, observando las estrellas hasta las 10pm, luego, ya en la intimidad de mi espacio, trataba de ordenar todo el caos en que se convertía ese cuartito con mi presencia. Bueno tan organizado nunca he sido.

Me sentaba en la cama y con las luces apagadas ponía algo de música (con el volumen bajito) de la única estación radial “rescatable” de este pueblito, en la vieja radio pegada a la esquina -que había sido instalada por mi abuelo para que acompañe mis días- buscaba mis cigarrillos a tientas en esa oscuridad, y me dejaba llevar algunas veces por la desesperación de verme solo en este cuarto. Esperándola.

Veía pasar su sombra por entre las ventanas que me conectan con el pasadizo y le dejaba que realizar el ya pactado código de 4 toques pausados en la puerta, se deslizaba -aun sabiendo que estaba solo- con timidez en mi cuarto, llevaba sus 2 manos a su rostro arrastrándolos hasta detrás de sus cabellos, intentando darle quizás un orden a sus largos lacios cabellos, y me dejaba ver el blanco de su dientes esbozando una risita.

¿Pensé que ya no vendrías?

Le pregunte yo torpemente la segunda vez que llego a mi cuarto, y ella, que de seguro se había tomado unas copas -para darse valor- antes de llegar a mí, temblaba. Lo note porque yo rozaba sus hombros con mis manos, y escuchaba de sus labios aquello de: yo no quiero quedarme contigo esta noche… toda la vida.

Paseó sus brazos por detrás de mi espalda, aproximo + aun su trémula piel a la mía, y descansó un lado de su rostro sobre mis hombros, acurrucando su cabeza en mi. Como una niña que pide, desea, quiere que yo la proteja

Me separe por un instante y la observe atento. Era sencillamente linda, aun sin el touch de las chicas por las que siento debilidad, lleve mis manos a su mentón y acerque mis labios a los suyos que ahora -es innegable- se sentían + seguros que nunca al percibir que este aprendiz de escribidor también temblaba.

-Tú eres mi príncipe- dijo alguna vez.

-Hay algo aquí que, me dice eres tu- expresaba, cruzando sus manos en su pecho cerca al corazón, mirándome a los ojos. Yo, convertido ya en un hijodeputa con vocación de kamikaze, sin el animo de echarle a perder aquella ilusión, solo me encaprichaba en recordar aquellas frases que me repetían hasta el cansancio mis tíos -en joda- antes de irme al río a encontrarla.

¡Te esta buscando la vecina Roy. Dice que esta embarazada de ti!


Me acerca a la cama y me deja sentado en ella, mientras se aleja de mi y su sombra reflejada entre las cortinas de la ventana y algunos ruidos casi imperceptibles -de su ropa cayendo al suelo- me hacen saber que se esta desnudando, frente a mi. Seremos uno esta noche, me dice mi voz que suena como un eco en mi mente.


Me levanto llevado por el frenesí, y camino hacia ella parada en la ventana. Esta allí, como suspendida, no se mueve. Mi cigarrillo en la mano derecha, un vaso en la mano izquierda, y yo, ahora parado en la ventana con las luces apagadas pensando en ella. La vieja radio que se remetía a pasar viejas canciones del ayer, a sido cambiada por mi discman que, esta prendido en el tema numero 10 del disco de sabinapáez. Han pasado casi 7 años de la ultima vez que le vi, y ahora en este cuarto no hay ninguna chica que le haga caso a este limeño que, ha llegado hasta aquí nuevamente para pensar otra vez en el futuro, en su eminente divorcio porqué, su matrimonio es una mierda.

Por eso cuando el tiempo hace resumen y los sueños parecen pesadillas de fotos amarillas. Y auque se que no era la más guapa del mundo, juro que era más guapa, más guapa que cualquiera. Tarareo las últimas líneas de esta canción y evoco esa primera e inolvidable noche en que fuimos sin pensar en todo lo que acarrea ser adulto… un hombre una mujer.

Hilda, hija única de la unión de un sastre y una campesina, una linda cuzqueña de 20 años, estudiante de educación en la universidadsanantoniodeabad, entusiasta, curiosa, coqueta y divertida, había muerto victima de una rara enfermedad 4 años después de la ultima vez que le vi.

Caminaba conmigo por aquellas empedradas calles de su amado pueblo, iluminaba mis días echados en las inmensas piedras del ríourubamba, me acompañaba caminando por esa selva que me conducía a la chacra de mis abuelos, cantando viejos temas de leodan, miguelbose, enanitosverdes y mecano, y me alentaba a viajar muchas otras veces por el interior de sus atuendos.

Me dejaba dibujar corazones rojos de extrañas formas en su bolso de cuero, y no renunciaba a mi, aun sabiendo que mi abuela podía cogerla de los cabellos y darle de palos en el culo, por osar quitarle el tiempo a su nieto limeño que, había llegado aquí para pensar en el futuro. El futuro que termino convirtiéndolo en una mierda.

Yo, ignorante de las reglas de la casa -los primeros días- salía a la calle a encontrarme con ella y conversar, y besarnos a escondidas de los demás. Mi abuela, al escuchar ruidos en la calle, salía con una escoba ó lo primero que encontraba en la mano, y sin pensarlo 2 veces, se las prendía con ella, tratando de seguirle el paso cuando la perdía en el camino, pero a mi… nada. Me abrazaba después de verla lejos (de mi) y me preguntaba tiernamente: ¿estas bien papá?

-Claro abuela- le decía yo. Tenia claro está, mirando a esa pequeña y vieja mujer limpiándose con una mano el sudor de la frente, y con el palo empuñado en la otra qué… a mi abuela le va el sado.

Rozaba con sus manos mis despeinados cabellos y concluía -Ya vamos a dormir papá que es tarde y mañana tienes que hacer pan-

Si, tenia que levantarme a las 430am de lunes a sábado para ayudar a los panaderos en las tareas matinales. Léase, amasar la masa, darle forma a los panes, sacarlos del horno y esas cosas hasta las 6am que, abría la tienda y me paraba detrás del mostrador a esperar a todos y cada uno de los vecinos desfilar comprando pan, jamón, detergente, embutidos y una que otras cosas +. Claro, de entre ellos también ella que, no sé como se las arreglaba para salir de cama antes de que llegue la abuela, abra la puerta de mi cuarto, y busque entre los alrededores algo qué, le de la señal de que alguien ha estado durmiendo conmigo, con su nieto querido.

Los martes y los jueves eran la excepción. Mi abuela atendía la tienda porque, yo tenia que lavar mi ropa “a mano” sobre las orillas del rió: pantalones, camisas, polos y trusas desfilaban frente a los ojos de los demás pueblerinos que hacían también lo mismo, le daba de comer a los cuyes que se alojaban en el comedor de esta casa -y se reproducían como insectos todos los días-, alimentaba también a los patos, gallinas, pavos, conejos y los cerdos. La abuela me daba de manazos en la espalda y se sentaba a mi lado chacchando coca, viéndome sufrir y sudar la gota gorda, intentando moler algunos sacos de café para venderlos a los lugareños. Algunas otras veces me iba con el abuelo a la chacra, a cosechar alguno de los frutos que crecen por esa región, comerme todas las frutas que pueda en el camino, y bañarme en el rió desnudo con el abuelo, escuchándolo hablar del tiempo en que era joven, del tiempo en que iba ser sacerdote, del tiempo en que se enamoro de una campesina “mi abuela”, y del tiempo en que fue padre no una sino 5 veces. Mierda.

Para mi, era ya sabido que fue el capitántrueno el que llamo los abuelos, organizo mi tiempo detalladamente (en la casa de ellos) para no tener un espacio libre, y pensar en lo mal que la pasaría sin estudiar nada, llevando una vida fácil de campesino (como todos estos personajes). Y claro, es esta clase de cosas, las que me hacen quererlo +, apreciar lo que él hace por mi, es su forma de hacerme saber que me quiere. Que vamos a hacer… es mi padre.

Estoy seguro -pensé -que quiere que viva en carne propia lo que el vivió con mis abuelos.

Y de alguna forma lo logro.


Ella no esta aquí, seguro entristeció, después de la ultima vez que la vi, se decepciono (como todas las demás), pero tiempo + tarde se enamoró locamente de un tipo, le entrego su corazón (igual que a mi). Él no tuvo prejuicios en mostrarse tal cual, y enloqueció por ella, decidieron vivir juntos, pero la tragedia se la llevo justo cuando ya casi tenía la aprobación de sus padres para mudarse con él. Ahora yace en el cementerio de la localidad, es visitada algunas veces por sus padres, mis abuelos, mis tíos y algunos amigos de vez en cuando, y ahora seguro me tomara un trabajo levantarme en la mañana después de terminarme este horrible trago. Me ha llamado mi madre desde lima esta noche y casi llorando me ha dado la mejor de las noticias. Me aprobaron la visa. Me voy a newyork.

-Cuando regrese me divorciare- me dije.

En la mañana limpiare las babas secas en mi rostro, y caminare 30 o 40 minutos hasta el campo santo, te llevare algunas flores y confesare entre cosas qué… me deje arrastrar por los intereses de mis padres y mis miedos, terminé una carrera que me ha servido de poco, y pronto un matrimonio que se ha convertido en un infierno. Por eso desaparecí del mapa, sin decir adiós.

Después de todo, para mí hasta hoy, lo de las despedidas nunca fue conmigo. Me gusta recordar a las personas “felices” y no apagadas por el adiós. Creo, hasta hoy, el mejor recuerdo que tengo de ti, es tu letra dibujando nuestros nombres en un lado de la puerta con una llave que te sirvió de cuchillo para dejar claro que, en esa época, tú eras mía, y yo tuyo.

Volteaste la cabeza hacia mí y señalaste con tus dedos aquel arte que hasta hoy esta impreso en esa puerta, me guiñaste un ojo coquetamente, saltaste sobre mí que, estaba echado en la cama y repetiste muchas veces aquello de: te quiero, te quiero, te quiero.

Ahora busco esas marcas -con mis dedos- en la oscuridad y parece que fue ayer (mi mente se encapricha con ello), y fue hace mucho que estuviste aquí (conmigo) en este cuarto.

IMÁGENES PAGANAS: esta semana ha sido de dioses. Aun tengo trabajo atrasado pero he sabido, visto, re-encontrado y buscado a gente que no veía hace mucho: un par de películas de colección en el cine, una fiesta romana en la casa de leyla, un improvisado concierto de locos, un re-encuentro (20 años después) con la gente del colegio incluidos rafa, ivan, dany y clau y con el javi antiguo compinche… aquí una muestra de ello.

Continúo: un desinhibo baño nudista en el sur, un frustado viaje a asia con mi amigo mario, un hotelito de cuarta en lima, una milonguita en las clases de baile de charito (mi única confidente), una maratónica charla con andre desde barcelona y tus divinos mensajes "v" desde baires al e-mail que, me sirven de muy poco porque, yo quiero estar contigo ahora.

Una imagen vale + que mil palabras dicen. Aquí
auténticosdecadentes en lima junto a bareto fueron la locura. Bueno totallydrunk bailas hasta con tongo.


ARTE, RETOQUE & DESENFOQUE: BABU

8 comentarios:

  1. que pasa amiguito, me dijiste que ivas a escribir en adelante las cosas mas bonitas de tu vida.
    revisare el otro blog para ver si alli tienes algo posotivo, te quiero, te quiero, te quiero y yo aun estoy viva ji,ji,ji.

    Noa

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  2. me gusta la historia, veo que estas jugando con los tiempos otra vez, sinceramente a veces me confundo entre cuando fue eso, espero verte esta semana bajas a la playa man.
    un abrazo

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  3. ...Vaya historia que cuentas ahora,chico terrible, lleno de sentimientos y hasta deseos reprimidos, que parecen (corrígeme si estoy loca) que influyen y marcan tu vida; tus formas y maneras viven anclados entre tu pasado y tu hoy; añoras demasiadooo, lo que fue, lo que no pudo ser,..¿porqué?? "Stuck in a moment" quizás?, pero no lo quito meritos me gustó.Un beso, un abrazo, see you

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  4. hey clau, que bueno que te encanto.
    el vacilon de este blog es rebuscar en aquellas cosas que han marcado los pasos de escribidor, las escenas que se vuelven mas repetitivas y saditas en su vida. he de alli el titulo del blog.
    me ha tocado escribir lo mejor de mi vida y bueno, digamos que no ha sido del agrado de algunos de mis lectores, como que les va mas el sado, disfrutan sabiendo mas del dolor ajeno para amenizar el suyo. a veces he pensado eso.
    ya en el anterior blog del hi5 me encargue de hacer mierda el ego de mis amigos contando sus historias... ahora me toca darles la version de mi vida.

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  5. me alegra saber que porfin hagas lo quieres, recuerdo cuando me hablavas de escribir hhhuy tiempo atras. mejor ni lo digo. sigue adelante, y aun no encuentro la historia del chico que vi sentado en la plaza de cuzco esperandoque alguien lo lenvate... yo te salve la vida entonces amiguito besitos.

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  6. Que tigre. Sin duda los temas donde te desconoces son la pena y el amor. Es como un niño cuando le dan una piruleta. Podrias estar con esos temas durante muchos escritos.Pero la pregunta es ¿a quien no le gusta leer esto? y sobretodo escrito por ti y tus experiencias.

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  7. donde estas ahora, pasame la voz cuando llegues a lima... tu blog esta de la puta madre.

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